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¡El regreso de Blockbuster!

Chaquetas anchas, pantalones altos, conjuntos de cuadros, chokers, blusas cortas, frisbees, la renta de películas en el video-centro; fueron parte de la vida cotidiana de los 90´s. El negocio de éstos establecimientos se basaban en la renta de películas “antiguas” y/o de estreno, en sus diferentes formatos VHS o DVD.

Antes de las plataformas de streaming —nostalgia para los mayores de 25 años— existían los famosos video-centros; siendo Blockbuster uno de los más conocidos de aquella bonita época. Así es pequeños, anteriormente no era tan sencillo encontrar una buena película en el Internet; si perdías el volado con amigos o familia te mandaban a rentarla para el fin de semana.

Aquellos despistados pagábamos recargos por olvidar la fecha de devolución; en un estreno, hacíamos filas y filas para pagar aquella renta o peor aún, esperarte en la fila y quedarte sin el estreno por agotarse con los primeros cinco clientes. Teníamos que hacer todo un plan estratégico para poder pasar un buen rato en casa ‘viendo una peli’.

La apuesta conjunta de Airbnb

Dicen que recordar es vivir y el último centro Blockbuster no se queda atrás. Ubicado en Bend, Oregon, Estados Unidos y con motivo del 20 aniversario de esta sucursal; decidieron convertir a este establecimiento en un Airbnb temático. Equipado con sofá cama, bocadillos gratis, videograbadora y un gran televisor; el lugar puede alojar hasta cuatro personas en tan solo $ 4.00 dólares por noche.

“Habrá algunas reglas, como el distanciamiento social, pero en su mayor parte pueden simplemente disfrutar de su velada, disfrutar de la pizza y las palomitas de maíz y simplemente divertirse.” dice Sandi Harding, gerente de la tienda. Desafortunadamente sólo estará disponible para los habitantes del condado de Oregon.

A pesar de las pérdidas millonarias que ha tenido la aplicación durante la pandemia, es una buena iniciativa para reactivar nuevamente las estadías de Airbnb. A quien no le gustaría vivir la experiencia de insertar el casete y darle unos pequeños golpecitos a la videocasetera porque se nos trabó, para deleitarnos con la película  de Chucky en compañía de nuestros seres queridos.